Su ascenso fue tan fulgurante como su caida. En el 94 aparecía en nuestros kioskos este caramelo que se podía sacar, chupar y volver a guardar. La idea, aunque no era lo más higiénico, pareció gustar en el mercado y fue la sensación durante un tiempo.
Como suele pasar con estas cosas, al final sólo fue una moda pasajera y entre la competencia (apareció el "two to one") y dado que el precio de un push pop no era barato (20 duretes de los de entonces) este caramelo empezó a caer en el ostracismo.
Hoy en día se dice que se sigue comercializando en España aunque hay que buscarlo bien para encontrarlo.
Ingredientes: Azúcar, jarabe de glucosa, acidulantes (ácido láctico), aromatizante, colorante E-120 para sabor fressa, E-150a para sabor Cola y E-163 y E-133 para sabor grosella negra.